Los Países Bajos

«Sin tener en cuenta en absoluto los sentimientos de los pueblos, su lengua y su religión, se había unido a la Holanda protestante con la Bélgica católica». Situación insostenible que tiene un final anunciado: la agitación de los belgas se transforma en sangrientas jornadas (setiembre de 1830).

Los holandeses se retiran junto con su príncipe Federico, y los belgas conforman un gobierno provisional, rechazando la oferta de una administración autónoma.

Se convoca un Congreso que vota la exclusión perpetua de la Casa de Orange, conservando la forma monárquica.

Es una monarquía censitaria, basada en una Constitución liberal modelo, en la que son reconocidas: la soberanía de la nación, la supremacía del poder legislativo sobre el poder ejecutivo, la descentralización administrativa y la afirmación de las libertades esenciales.

¿Donde hallar un monarca que acepte estas condiciones y que, además, sea aceptado por las cuatro grandes potencias ga-rantizadoras? Leopoldo de Sajonia-Coburgo será el nuevo monarca de «la nueva Bélgica independíente».

¿El principio de no intervención alcanzaba una primera victoria para el liberalismo? Sí, ninguna de las cuatro grandes potencias (Prusia, Inglaterra, Francia, Rusia) intervinieron.

También existieron movimientos liberales en Portugal, España y Suiza. El liberalismo iba ganando puntos en Occidente gracias al apoyo de Francia e Inglaterra.

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